¡Qué alegría! ¡Qué notición! Hace ya 7 años que pisé por primera vez ese evento. Qué, en ese momento en el que empezaba carrera en esto de mentir, me hizo sentir parte de una profesión que movía al sentimiento y la imaginación, pero tambíen a toda una ciudad que además se llenaba de gente llegada de toda España...¡para escuchar y contar cuentos!
Desde entonces no he podido ir todos los años, pero si han caído un par de visitas más y siempre se convierte en una reconquista, y un amor renovado, en una alegría pa´l cuerpo.
Así este año, haciendo planes de volver al maratón, pensé en presentarme a inaudito. Y surgen los siempre presentes miedos, conflictos internos, dudas, e inseguridades, pero como uno vapara mayor, y ya no va quedando tiempo para eso, lo hice, con la fecha límite pisándome los talones, y sin muchas esperanzas...como por probar. Cuál no fué mi sorpresa ayer al ver mi nombre entre las 6 seleccionadas como narradoras y narrador inaudito para la edición de este año. El maratón cumple un cuato de siglo y yo estaré alli, en una posición privilegiada para vivir más aun si cabe la fiesta del cuento.
No me cabe en el cuerpo más que gratitud hacia la organización por elegirme.
Gratitud por todos y todas aquellos que, aunque sea una sóla vez, me han oido un cuento.
Aquellos que me los han contado. Tambíen gracias.
A quienes me han enseñado a contar. A quienes me han enseñado a escuchar.
Gracias.
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